lunes, 6 de diciembre de 2010

El intercambio de la ofix...

El sábado pasado (4 de diciembre) se hizo un festejo "quesque" pre-posadeño de la oficina. Unos cuantos días antes se organizó también lo del amigo secreto y el intercambio...

Para lo del amigo secreto pusieron unas hojas en un lugar visible por todos con los nombres de los que decidimos entrar a esa divertida dinámica. El truco de esas hojas era escribir qué querías que te regalaran, según esto, para evitar inconformidades al momento de recibir su (s) regalo (s). Yo decidí no escribir algo y esperar a que "mi amigo secreto" le pusiera un poquito de talento; siempre consciente de que no podría esperar mucho, de hecho, de que podría recibir cualquier cosa. Por otro lado, la persona a la que yo debía regalarle, tampoco escribió algo durante varios días que estuvieron las hojas pegadas, cosa que me tenía un tanto cuanto contento, pues pensé que ella (sí, era una mujer a quien yo tenía que regalarle) también quería que yo le pusiera un poquito de talento...

El fin de semana anterior (sábado 27 de noviembre) fui a Veracruz (podría decir muchas cosas al respecto, todo se resume a que fui simplemente feliz desde como una semana antes de viajar, y hoy, a casi una semana de haber regresado, sigo siéndolo); en aquel viaje aproveché para buscar un regalo... Recorrí el malecón como hace años no lo hacía, de esa que voltea uno en todos los locales, en algunos se acerca, se mete, agarra algunas cosas, les da vueltas, "y así"... Lo que más me acerqué a querer comprar fue un reloj de pared en forma de timón, no era feo, pero no me convenció, luego había otro como de salvavidas, pero tampoco me convenció. Total que no compré algo en el puerto, fue hasta el martes que me encontraba en Córdoba y en algún momento, yendo por una plaza (del chingo que hay en Córdoba... #Naaat!) que me llegó olor a café. Entré a una tienda donde pude encontrar un chingo de productos de café, pues compré gomitas (nunca las había visto), granos cubiertos de chocolate oscuro, claro y blanco, galletas, dulces, natillas y bombones, el plan era armar un bonito conglomerado de productos cafeteros. Ya después me acordé que mi mochila estaba llena, y solo podía viajar con la maleta de mano; la solución fue: los dos pantalones con los que voy a viajar puestos y las dos sudaderas (porque ya no cupieron en la mochila), los atasco con todos los productos. Y como fue (ya no les platico el chou para atrevesar el detector con cuanta madre apretada en la mochila y en mis bolsillos). Regresé a Mty y me voy dando cuenta que el viernes mi compañera de trabajo escribió algo en la hoja de "qué quieres que te regalen?"... Una tarjeta de regalo de Zara o de Mixup. Mta! Pensé en no comprar ninguna de esas tarjetas, pero capaz y era alérgica (en el peor de los casos), o simplemente no le gusta el café, y pensaría: "chinga'o Martín, jugándole al mago... Si te escribí ahí en las pinches hojas lo que quería, además ni estaba tan difícil".

Se esperaba que el regalo (el mero chido) fuera entregado el sábado 4, en la posada (mmmm, o era pre-posada¿?); así que hice mi plan bien básico... Salgo de la ofix a las 1300, paso a comprarme algo de comer, llevo a lavar el coche (o llevo a lavar el coche, y mientras lo lavan, voy por algo de comer), voy a la plaza a comprar la tarjeta de Mixup con ochocientos mil millones de piedrólares, compro una bonita caja y otros elementos decorativos ad hoc, me voy a mi clase de italiano (que es a las 1500), salgo de mi clase (a las 1800), paso al punto de reunión con Ana, mientras espero a que llegue Ana, armo y decoro bien chingón mi regalo, llega Ana y nos vamos a la posadísima. Resultado: todo chingón. Bueeeeeeno, pues sali como a las 1340 de la ofix, no pasé a comprar de comer, me fui directo a la plaza; ooooobviamente a todas las personas se les ocurrió ir a la plaza en ese momento, pinches 20 minutos para estacionarme. Compré la tarjeta, la caja, unos bonitos adornos y me fui, 1525 estaba saliendo de la plaza... Agarré camino con la mejor intención de llegar a mi clase, casi a las 1600 había avanzado como 3 kilómetros, me faltaban como unos 6 más, algo así como media hora más de camino mínimo; me rendí y no fui a mi clase. Ya fui a comprarme algo de comer...

Al rato llegamos a la posada, iba en la mejor disposición de recibir cualquier regalo, y de entregar mi respectivo regalo con todo mi cariño, sabiendo toooooodo el esfuerzo que me implicó... Pues la compañera a la que me tocó regalarle no fue, el pinche regalo ni lo saqué de la cajuela (sí, falté a mi clase por nada, carajo!); y para chingarla de acabar, me preparé para todo, menos para que mi amigo secreto tampoco fuera, y no, ese sábado no recibí regalo.

Estuve a punto de deprimirme e irme a encerrar a algún lado a atascarme de productos cafeteros.

4 comentarios:

  1. Ja. Mereces un buenísimo "Te la pelas" XD

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  2. y que tu amigo secreto te regala una bolsa llena de productos cafetaleros para que no extrañes Córdoba

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  3. Quiero saber: ¿Qué te regalaron? Ü Seguramente una tarjeta de regalo de X tienda! xP

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  4. Sí sí sí, aplica perfectamente el "te la pelas". Y aquí es donde yo digo: "Ni pedo".

    Pues ya el lunes le dejé su regalo a mi compañera; aunque debo decir que me quedé con varios granos, una cajita de galletas y unas gomitas... Se lo catafixié por la tarjeta de regalo...

    Me regalaron una bufanda color negro (neutralísima) y una playera de manga 3/4; creo que se arriesgó un poco con esta playera porque yo nunca he usado una así en la oficina, creo que no tengo alguna, entonces se me hizo un poco raro :s.

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