jueves, 14 de octubre de 2010

La inocencia vive en mí.

Una vez un cuate me dijo: piensa mal, y acertarás (no dudo que haya sido alguien más quien lo dijo y se hizo célebre, pero yo la escuché hasta que me la dijo este cuate).

En algún momento de la historia, en una relación interpersonal con una muchacha, ocurrió algo. Ayer platicaba yo con una amiga... Bla bla bla, wa wa wa, etc... Llegamos a un punto en el que le empecé a platicar:

- Sí, fíjate que fue así y así y así...
- Mmm, ok, ¿qué más?
- Bla bla bla... Una vez un amigo me dijo: piensa mal y acertarás. Y quizá en este caso esté pasando esto...
- Pobre inocente! Pues lo que sucede es esto otro, además de aquello y bla bla bla...

O sea, según yo "pensé mal" y... Tómala! Resultó que yo solo me imaginé cosas, pero ni siquiera tuve cerebro suficiente para "pensar mal".

Soy muy inocente.

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