sábado, 10 de mayo de 2014

Ya me había despedido de México pero ya ven cómo es uno...

Y bien... Ya cumplí un mes en Brasil.

No es mi imaginación, sí hay muchas bancas do jornal (en mi post pasado les dije puestos de revistas). Me dicen que en zona sur de Río hay muchas más que en el centro, pero también en la parte de São Paulo que conocí vi muchas. Entonces no es algo exclusivo de zona sur de Río.

¿Se acuerdan del stromboli que probé en São Paulo y que no sabía qué era? Era uno de sus famosos salgados. 3.5 reales que pagué por él me parece buen precio. En Río los he visto hasta en 7.

Para ser el primer exportador de café del mundo mundial, el café que sirven por estos rumbos no es extraordinario. Y también me parece que deben exportar casi todo y aquí se quedan con poco, porque el café grande que sirven acá es como de 200 ml. Dos grandes de una cafetería cualquiera apenas llenarían un alto de aquella cafetería famosa del logotipo de sirena, Starbucks® pues.

¿Ya les conté que mañana vuelo a Amsterdam? ¿Y que después voy a México para mi graduación de maestría el 19 de mayo? ¿Y que me regreso a Brasil por otro round? ¿Qué les digo? Me gusta mucho viajar...

Dos ejemplos rápidos para que entiendan cuánto disfruto viajar. 2007, yo, en muletas, pierna con férula (igual a esas de yeso pero de fibra de vidrio), vísperas de algún congreso en la escuela, 7pm. Me habla una amiga:
- Martín, ¿cómo andas mañana de clases?
- Tranquilo, tengo dos clases...
- Es que ves que mañana vamos a DF a recoger aquellas cosas que nos van a prestar las embajadas...
- Sí, lo recuerdo...
- Bueno, pues nos cancelaron las dos chicas que nos iban a acompañar.
- Uh! Qué mal...
- Y te hablaba para ver si nos puedes echar la mano yendo. Sé que estás en muletas y todo, pero solo necesitamos a alguien que conozca un poco por allá y también que vean que no van solo una o dos personas a recoger el material.
- Ya está, apúntame.

¿Sí vieron? Aún no pregunté a qué hora salíamos ni quienes más iban, pero si es viaje y yo no voy a gastar, vamos.

Segundo ejemplo. Ya no tenía las muletas, teníamos organizado un viaje al puerto de Veracruz, salíamos en 15 minutos. Como soy muy torpe para caminar me caí. Me estaban atendiendo la lesión y los que teníamos planeado el viaje se fueron menos otro amigo y yo porque a mí me llevarían al hospital. ME VOLVIERON A PONER FÉRULA. Pues así, yo con férula recién puesta y mi amigo que me iba a cuidar decidimos irnos a Veracruz a alcanzar a los otros.

Ahora les cuento del viaje a Holanda/Alemania. Una universidad muy cerca de Amsterdam me invita a conocer sus instalaciones/programas/etc, un fin de semana, gastos pagados. Me informan que puedo comprar un vuelo para salir de Amsterdam una semana después de que aterrice. Su evento termina el 18 de mayo, mi graduación en México es el lunes 19. Obvio cuando vine a Brasil sabía que ya no iría a mi graduación. Pues por suerte me permitieron comprar un vuelo Río-Amsterdam-México en vez de un redondo Río-Amsterdam. Y después usé otros kms de cliente frecuente que tenía por ahí para comprar un vuelo de regreso a Brasil antes de que inicie el mundial. Suerte de principiante.

miércoles, 23 de abril de 2014

Hasta pronto Sao Paulo... ¡Hola Río!

Intentaré ser breve. Los últimos días en Sao Paulo y mi llegada a Río.

Día 2:
Fui a comprar mi boleto para Río. Hice el freewalkingtour, cerca de 4 horas de recorrido. Resolviendo dudas del día anterior: la calle Oscar Freire (donde ayer vi cerca de 6 “vinotecas”) es la calle más fancy del vecindario... Ahí encontrarán tiendas de alto pesaje como Louis Vuitton (o como se escriba). Y no, al parecer no toman taaaaanto vino, fue coincidencia.

Lo más interesante del tour: otro visitante, un Israelí de las fuerzas armadas estrechó mi mano y me felicitó por la decisión de aventarme a venir a Brasil a aprender cosas y buscar trabajo.

No sé qué pensar de: una londinense, la guía (brasileña, paulista) y otra que no supe de dónde era, me dijeron que las novelas mexicanas son mmmuuuyyyyy famosas. “María la del barrio”, dijo la londinense. Solo dije: “sorry about that”, en mi perfecto inglés.

Día 3:

Visita al museo del fútbol ¿se acuerdan del israelí de la felicitación de ayer? Me lo encontré en el museo. Se llama Noam. Después caminé mucho por Av. Paulista (es algo así como el Reforma de México DF) ¿Es mi imaginación o hay muuuchos puestos de revistas?

Día 4:
Hasta pronto Sao Paulo... ¡Hola Río!



Vivo en la favela Vidigal. Esta es la vista desde mi cuarto. Hasta el lado izquierdo pueden ver playa Ipanema, y justo donde la vista ya no llega (digamos que dando vuelta hasta allá al fondo) está Copacabana.

sábado, 12 de abril de 2014

Me estoy volviendo medio internacional...

La verdad, no presupuesté que mi siguiente entrada del blog sería respecto a mi travesía en otro país, aunque... ¿ya habían visto que el fondo es de un avión, como queriendo decir algo de un viaje? No sé con que frecuencia escribiré, pero esto fue en el día uno en Brasil.

Día 1:

Lo mejor del viaje: los tres capítulos de How I met your mother que me eché. Lo peor: el niño de 8 meses sentado frente a mí. Me despertó, fácil, unas 6 veces. (nótese que sí dormí un rato).

Hola Brasil. Hola Sao Paulo.



Pues no supe si hice todo bien en migración, como aquella vez que crucé la frontera norte de México en carro, que vi un semáforo verde, luego rojo, y terminé yéndome sin que nadie me detuviera. Lo importante es que llegué a la salida. Y aquí un bad move que espero no vuelva a ocurrir: me fui en taxi al hostal. MUY CARO, pero soy un amateur en esto de los viajes internacionales; sorry.

Llegué al hostal, me recibió Guilherme (cuyos papás son de Monterrey, así da vueltas el mundo). Me explicó cómo está todo el pedo. Bueno, eso supongo, porque le entendí mmuuyyyy poco. Al parecer es un mito eso de que portugués y español son tan parecidos que cuando escuchas portugués entiendes todo.

Primer parada turística: El museo del fútbol. Tiempo perfecto para ir caminando y regresar a ver el Atlético de Madrid - Barcelona; cuartos de final de Champions. Llegué y resultá que se les fue la luz, en unos 20 minutos podría entrar. Me regresé al hostal. Por cierto, aquí otro bad move: di una vuelta a la derecha de más respecto a las instrucciones de Ricardo (creo que es el dueño del hostal), apenas a una cuadra de haber salido. Al final pude reencontrar la calle que buscaba sin regresarme a donde empecé.

Buen partido. Tres postes del Atlético y un gol en los primeros 18 minutos. Calificó Atlético. Terminando me fui a caminar. Objetivos: conocer la estación de metro que pretendo tomar mañana, si se puede un supermercado y algo de cenar. Objetivos checked. Lo mejor de la caminata: las mujeres y el morrito como de 9 años que vi bajando un 50-50, 5-0 y Smith grind en una alberca de un parque que está como a dos cuadras (por si no le saben, un niño andando en patineta en una de esas albercas donde la gente patina). Lo peor: no entendí la mayoría de los graffitis; no le agarré el gusto (¿aún?) al estilo. Extras de la caminata: me topé con una galería de arte urbano y abajo de un gym un individuo con batería y cabeza de botarga de caballo con otro tocando sax y cabeza de botarga de panda. Bastante amenos su beats. Pasé dos veces y en ambas había gente grabando.

Dudas después de la caminata: ¿por qué aquí la gente que va al gym solo lleva una botella de agua y audífonos, cuando en México llevamos una maleta como para fin de semana y tenemos locker en el gym? ¿es solo en ese gym que me tocó pasar? ¿es solo los miércoles? ¿solo en Sao Paulo? ¿cómo se llama el stromboli brasileño que compré y con qué lo preparan? ¿3.5 reales es caro o barato (lo que me costó el stromboli; y me refiero a caro o barato para los estándares brasileños? ¿en Brasil/Sao Paulo toman mucho vino o fue coincidencia que me metí a la calle que tiene más tiendas en el vecindario (Rua Oscar Freire, me topé como 6)?

Mañana espero ir a un tour gratuito por Avenida Paulista y a comprar mi boleto para Río.