lunes, 18 de abril de 2011

Ambulanteando...

Hoy venía a platicar que tuve una novia en Monterrey hace unos meses, que duramos X (equis) tiempo, cómo empezamos a andar, cómo me cortó y bla bla bla… Luego me imaginé que las personas que me conocen y no trabajan conmigo dirían que seguramente era alguien de mi trabajo (porque no la conocieron), por su lado, los de mi trabajo dirían que seguramente no fue alguien de ahí, porque tampoco la conocieron. Y no, no me drogo, podría jurar que no fue una de mis alucinaciones, pero ya ni sé. Mejor platico otra cosa…

Resulta que aún ahora anda rolando por la república una gira de documentales llamada Ambulante, lleva seis años y este año pude ser voluntario durante la semana que visitó Monterrey. Son de esas cosas que suceden en el mundo de las que me gusta formar parte y dejan buenas cosas. Primero, topar documentales interesantes, como La furia de las rimas, además de poder hacerle alguna pregunta a su director. Catfish, que debo decir me impactó, puso a pensar un buen rato y preguntarme varias cosas. Armadillo o Los recién llegados que me dieron chanse de enterarme de cosas que andan sucediendo en el mundo, pero de una forma que me gusta más que las noticias. Cool it reafirmando que no es suficiente quedarse con la info que nos presente algún medio, sino que hay que cuestionar de fondo, incluso los mismos argumentos que presenta ese documental… Los que puedan topar la gira, quizá ya no este año pero el próximo, pueden encontrar dos tres cosas chidas, neta.

Por otro lado, andar de rol invitando gente a participar en un proyecto en el que crees también es chido. De pronto toparme con alguien a quien resulta gustarle Xalapa, pero es regio, y platicar sobre aquella ciudad que tanto extraño y quisiera regresar. Personas que no tienen ni idea de qué es la gira, pero bastan algunos comentarios para engancharlos al punto de hacer que se lamenten que sea lunes y se acabe el jueves, porque solo les quedarán 3 días para ver documentales. Otros más que me informan hacen teatro y no sabían que la gira ya había llegado, pero “saliendo del ensayo de mañana caemos a la cineteca”.

Y salir de la oficina para ir a alguna sede a cumplir con un compromiso que se volvió tal por mera convicción, vendría siendo la cereza en el pastel. Ahí no importó haber pasado 9 horas de un domingo en proyecciones de documentales. Lo único malo de este pedo es quedarse con las ganas de ver unos 8 documentales.

2 comentarios: