lunes, 16 de agosto de 2010

Codo y holgazán, ese soy yo.

Tengo una tarjeta de débito desde hace unos dos o tres años (una universitaria). Digamos que me ha sido suficiente, me ha sacado de algunos pedos y estoy conforme. Hace poco más de un año decidí utilizar la banca en línea, me cobran como 19 pesotes por mes. No me cobran consulta de saldo, retiros en cajeros, transferencias interbancarias y no sé cuántos privilegios más, en fin, una maravilla. Donde empecé a trabajar me dieron otra tarjetota, esta es de otro banco, del cuál, hay un cajero aquí en el mismo edificio, me queda como a unos 50 metros.

Resulta que yo quería que me depositaran mi sueldo en aquella universitaria, pero cuando quise avivarme a hacer ese trámite resultó que la nueva tarjeta ya estaba en proceso, o sea, ya me la iban a dar, ni pedo; pensé: pues chido, me la dan, ahí me depositan mi sueldo, activo la banca en línea; quizá hasta cancele la anterior. Y que me voy enterando que en la de nómina me cobran unos 30 pesotototes por mes para poder realizar transferencias a otros bancos, incluso transferencias a terceros del mismo banco, además de una cantidad adicional por cada transferencia interbancaria aplicada el mismo día. Me dijeron en nóminas que puedo ir con un estado de cuenta de mi universitaria y un recibo de nómina al banco anfitrión de mi nómina y solicitar que mis fondos sean transferidos al universitario. El único pedo es que el cajero de ese banco me queda como a un kilómetro de distancia...

Analicé la situación y la solución será: pedir que transfieran todos mis millones a la cuenta universitaria, donde de por sí ya me cobran $19 y puedo realizar transferencias interbancarias sin costo adicional, así, cuando necesite dinero en efectivo, hago una transferencia al otro banco y voy al cajero de este mismo edificio, menos gasto en pesos y en caminata. Quizá por eso estoy engordando...

No hay comentarios:

Publicar un comentario